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CENTENARIO PASAN LOS CAMPANILLEROS

El 3 de marzo de 1924, Manuel López Farfán, músico sevillano, terminó de componer Pasan los Campanilleros. Ese día pasó a la historia de la música procesional, ya que no ha habido una obra tan revolucionaria y rompedora como esta. Desde ese día hasta hoy, han pasado 100 años. 100 años que han convertido a Pasan los Campanilleros en ícono inmortal de la música andaluza. En este artículo trataremos de analizar la historia de la obra.

Manuel López Farfán nació en Sevilla en 1872, se formó como músico hasta alcanzar la dirección del Regimiento Granada nº34 y el Regimiento Soria nº 9. Precisamente



durante sus años como director de esta banda será cuando se dedique a la composición de Marchas de Procesión (aunque ya había realizado incursiones en este género).

De su pluma nacen La Esperanza de Triana, La Estrella Sublime o Nuestra Señora de la Palma, entre otras. Su música fue la gran renovadora de la forma marcha, incorporando la potencia de la música militar y la pasión del folklore andaluz. Contemporáneo a los Font y Manuel Borrego, su obra representa la vanguardia de este género, quizá una música tan moderna que a día de hoy sigue sin ser comprendida.

Pasan los Campanilleros supuso un punto de inflexión en su carrera, y es que aunque ya había

realizado obras dinámicas y diferentes, esta es sin duda especial. Manuel López Farfán quiso dedicar la marcha a la hermandad de las Siete Palabras de Sevilla. Su estreno fue el Domingo de Ramos de 1924 tras Nuestra Señora del Socorro.

Aunque es un clásico de nuestra Semana Santa, es una marcha que ha sido muy maltratada, incluso denostada. Ante esta diversidad de opiniones resulta interesante la aportación de personas como José Manuel Bernal Montero, primer director en realizar una grabación acompañado de un coro, o Antonio Moreno Bolaños, que recientemente realizó una revisión del manuscrito original y para muchos nos ha redescubierto la obra.

La introducción es el leit motiv de la Semana de Pasión, esas variaciones sobre un tema tan sencillo están grabadas en la cabeza de cada cofrade. Farfán continua con sus irrepetibles temas, inspirados en la música de autores de la época como Falla o Turina, pero añadiendo su originalidad y habilidad compositiva.

El maestro Farfán incorpora un instrumento que no pertenece a la banda de música (un recurso que se volverá habitual en su música, añadiendo tenores, violines u ocarinas), el CORO. En este caso un coro de campanilleros, una agrupación que se asocia a los villancicos y las fiestas navideñas. Dicho coro interpreta una copla de Antonio Olmedo, capitán del Regimiento Soria nº 9.

En la cima del Monte Calvario

orlada de nubes

brillaba una Cruz.

Y a sus pies con el Santo Sudario

esperaba María

un rayo de clara Luz

¿Qué luz era su hijo, Jesús?

Luz radiante que alumbró

cielo y tierra

y esparció en sus ascuas

Amor, Caridad y Virtud.

Esta copla se interpreta en escasas ocasiones, ya que la composición sufrió remodelaciones posteriores que eliminaron la letra u optaron por añadir más "alegría" a una marcha que se concibió como fúnebre. Farfán añadió una campanita que más tarde ha sido acompañada por cascabeles, crótalos y otros instrumentos de pequeña percusión.

Hay que destacar que Antonio Burgos y Carlos Cano, nombres imprescindibles en la Andalucía de finales del siglo XX, quisieron hacer suya la marcha, haciendo una letra dedicada a la Macarena. Resulta curioso que la Virgen de la Macarena fuese la responsable de volver a poner en valor Pasan los Campanilleros, al ser interpretada en la plaza de la Campana durante la Madrugá del año 1996, después de décadas vetada por el Consejo de HHyCC de Sevilla, pero eso es otra historia.

El trío final resulta tan icónico como toda la obra. Un oboe se abre paso entre una nube de arpegios, y al sumarse la madera, el oyente vive un torbellino musical. El maestro realizó una obra inmortal, que aún hoy sigue sorprendiendo y emocionando a músicos, cofrades, y el gran público.

Hoy, domingo 3 de marzo de 2024, la Asociación Músico-Cultural Nuestra Señora de la Paz lleva su música al Santuario de Nuestra Señora del Rocío, y sonará Pasan los Campanilleros, junto al Coro de la Real Hermandad del Rocío de Málaga. Será en recuerdo de aquel Domingo de Ramos de 1924, y queremos que sirva de homenaje para D. Manuel López Farfán. Por 100 años más.




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